(a pedido del público)
Erase una vez un hombre de raíces ambiguas, inmigrante, migrante y de acá, el hombre más “de acá” que las mismísimas semillas que vuelan con el viento y llegan hasta allí donde este último las decide dejar.
Creció y se desarrollo como cualquiera de nosotros pero…no, no es como cualquiera de nosotros. Tiene un Don.
Como prócer de mi historia se eleva ante mis ojos cada vez que tengo el privilegio de su presencia. Hombre de valores, hombre de la patria, de principios solidarios, hombre de todos los de su pueblo, hombre de su gente….
Hombre de la hogar, familiar, fue la puerta de nuestro camino, encendió la luz y nos fue abriendo el rumbo a todos los que le sucedemos…ojala alguno de nosotros tengamos el valor de pelear por ser la suela de lo que él ha sabido ser, proyectar y representar en la vida.
Sus compañeras de siempre: mi abuela (mi dulce niña y abuela) y la Olivetti que aún todos escuchamos cual obra de arte de Marianito Mores. En cada nota, cada vez que esa nota cae sobre el papel, se estremece la reflexión y el silencio….esa pausa, ese suspenso en el tiempo que nos sostiene ,la intriga, la duda, el tiempo flotando, ese silencio….nos habla de él……
Ese silencio fueron sus mejores enseñanzas, cual las de cine mudo de Chaplin: a la vez duro y agradable, que comunica sin decir nada….
Dicen las buenas lenguas que aún se lo puede escuchar tocar.
Hombre de aberturas…hombre de zapatos de brillo, camisa y cinto,supo toparse con los hombres de capa y galera, pero sin embargo supo también sacar la chaira y calzarse las alpargatas para invitar a todos los que pasaron por su puerta a compartir junto al fuego y la tradición.
Aquí, querido abuelo, quiero levantar el monumento que aún nadie te ha hecho, quiero decirte lo que muchos aun no te han dicho….¡Gracias! por ser el palenque de mi vida, mi Martin Fierro, mi música, por ser quien sos, gracias por ….estar en mi vida!!! Gracias por esas melodías de Olivetti que ninguno de nosotros podrá dejar de oír a lo lejos, jamás.
Felices 82 velitas!!!! te quiere mucho, tu nieta.
(…)
1 comentario:
Veo aqui la imagen del abuelo que nunca tuve. Es siempre muy bienvenido saber que se sigue honrando tamaña funcion cuando se merece. Gracias por escribir lo que anhelaba algun dia poder escribir yo.
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